Conclusiones, IV Parte de La Diferenciación de las Conciencias
¿Qué lo que más
distingue a las diferentes conciencias? ¿Y qué es lo que les impone límites?
Es
el alcance de su amor.
La conciencia personal
está al servicio del vínculo con el grupo limitado, excluye a aquellos que no
pertenecen a ese grupo. No solamente une, también separa. No solamente ama,
también rechaza.
La conciencia colectiva
va más allá de la conciencia personal pues también ama a aquellos que fueron
rechazados y excluidos por la conciencia personal dentro de la familia y dentro
de grupos similares. La conciencia colectiva quiere también traer de vuelta a
los excluidos para que puedan formar parte nuevamente. Por eso su amor va más
allá. No excluye a nadie.
Ahora bien, su campo de
visión no tiene demasiado en cuenta el bienestar de cada uno. Puede incluso
obligar a un inocente que no estaba implicado en la exclusión a representar al
excluido aunque eso suponga imponerle una pesada carga. Esto demuestra que esta
conciencia no es personal sino colectiva pues aspira sobre todo a la integridad
y el orden dentro de un grupo.
Los movimientos del
espíritu, al contrario, se dedican a todos por igual. Quien entra en sintonía
con los movimientos del espíritu no puede hacerlo de otra manera que no sea
dedicándose por igual a todos con benevolencia y con amor, sin importar cuál
sea su destino. Este amor no conoce fronteras, supera las diferenciaciones
entre mejor y peor, y entre bueno y malo. Por ello supera los límites de la
conciencia personal y los límites de la conciencia colectiva. Está dedicado de
manera igual a cada uno de los miembros y a todos dentro de su familia y de los
otros grupos de los que forma parte.
La conciencia espiritual
vela por el amor. Entra en juego cuando nosotros nos desviamos de ella.
En las Constelaciones
Familiares la conciencia espiritual, a través de su amor por todos, nos conduce
más allá de los límites de la conciencia personal. También nos protege para que
no faltemos el respeto a la conciencia colectiva, pues ésta se dedica a todos
de la misma manera. Pone especial atención a la jerarquía porque sabemos que
cuando seguimos los movimientos del espíritu todos somos iguales y equivalentes
los unos a los otros, todos en el mismo nivel, abajo.
En las Constelaciones
Familiares espirituales permanecemos siempre en el amor, siempre en el amor
total. Solamente las Constelaciones Familiares espirituales están siempre y en
todo lugar al servicio, y únicamente al servicio de la vida, del amor y de la
paz.
Traducción del alemán al portugués por
Tsuyuko Jinno-Spelter. Revisión: Wilma Costa G. Oliveira.
Traducción del portugués al español: Marly
Aparecida Ferreira de Assis. Revisión: Teresa Muñoz Sebastián.
Adaptado de acuerdo con el articulo
enviado por Bert Hellinger el día 10/10/2007.